Por Henry Barillas*
Muy buen día compañero coordinador, espero y estés gozando de buena salud y que ojala la mayor de las capacidades se estén dando en el comandar de nuestra radio comunitaria, empapada de la energía juvenil y el sentir de las comunidades.
Como vos has de saber, nuestra radio ha atravesado por todo tipo de embatidas y vicisitudes, desde aquellos días en que los “inventores de la radio y según ellos dueños de la misma” intentaban dominar y exiliar a todo aquel que la reinventara.
En esos días nuestras palabras no tenían el eco que hoy tienen, pues la razón no estaba de nuestro lado. Y que como hoy, algunos caminos se tornaban con espinas, como cuando caminamos un día por las veredas en Huizúcar.
Pero como toda dinastía, todo imperio cae; este tenía que caer. Ha sido desde esos días en que vos volaste como las guacamayas rojas por otros rumbos desérticos, justo cuando las transformaciones iniciaron.
A partir de esos días el caminar se torno difícil, había que reinventar la radio y esta, como el municipio de Tamanique, se convirtió en un lugar de cerros; cerros como los que se ven desde aquel peñón, del lugar donde se dejan ver pero huidizamente los venados cola blanca.
Aunque quizá no habían caminos, creo que los caminos los hicimos andando y como dicen que las mejores cosas vienen del cielo, nuestro Dios del templo rojo; como el Dios de nuestros ancestros que habitaban en Chiltiupán y rojo porque para nosotros así debe de ser; nos escuchó y las cosas más bien que mal se iban atinando.
Y la radio nació y renació como las mejores radios han nacido en El salvador; desde la Guacamaya como aquella trinchera guerrillera en Morazán y esa trinchera de la cordillera del bálsamo en nuestra radio.
Es desde ahí, que el compañero de las greñas, comanda no un grupo de jóvenes, sino un colectivo, y este colectivo no colaboraba, este militaba.
Pero hoy no es el momento de citar ese capitulo de victorias y convicciones en nuestra corta y joven historia, sino de construir y escribir un nuevo capitulo, tan nuevo que quizá ya ni seamos nosotros quienes la escribamos.
En este capitulo que inicia con vos, habemos muchos/as de capítulos anteriores que hemos venido aportando nuestro granito de maíz, un maíz que para muchos no lo es mucho pero que como nuestros/as campesinos/as que lo cultivan; ha valido el sudor de muchos días bajo el sol.
Es desde nosotros los del granito que queremos construir una radio diferente a las demás, que haga pensar a la gente y haga una radio que genere opinión; como la radio de la que nos hablo José Ignacio López Vigil en aquel Foro Social Américas al que asistimos Juan, Geovani y yo en octubre de 2008. Una Radio para la comunidad y en la comunidad como nos decía a mediados del 2008 Max Orellana en nuestras mismas instalaciones.
Una radio con una filosofía, con una mística de trabajo, una radio con un proyecto político, estas cosas pareciera ser que solo se construyen con expertos; pero no, hemos comprobado y estamos comprobando que estos siempre vienen de lejos y por ser de lejos las cosas se desconocen y en ves de ser expertos terminan siendo otras cosas, y en la radio lo estamos comprobando.
Estas cosas, estos procesos tan valiosos solo se construyen con el contacto con la gente, con la comunidad y con los/as trabajadores/as y los marineros de tu embarcación. Se necesita mucha sensibilización; porque para poder sensibilizar hay que estar sensibilizados antes nosotros/as y que como todo barco hay que tener un rumbo definido, y una bandera de lucha muy clara en el palo mayor de este barco; como aquellos barcos de piratas con su bandera que claramente los identificaba.
Y si bien nosotros no somos piratas, pero si somos jóvenes que queremos navegar un barco que no naufrague y construir un presente para asegurar nuestro futuro y hacer posible todos los proyectos de vida que sean necesarios, para un día llegar hacer posible una sociedad justa y diferente.
Es por eso que es justo y necesario revisarnos, discutir el rumbo, las relaciones entre nosotras/os, la construcción de nuestro colectivo, el como nos sentimos, el que somos y el que queremos y muchas cosas más que seguro los/as compañeras expresaran en un determinado momento, y cuando un plan estratégico en nuestra radio nos lo diga.
Sin más que decir y con el valor del cual las comunidades de Comasagua, (que ya no escuchan la radio -y que desean seguirla escuchando- desde hace cuatro meses por cambios técnicos en la radio) las/os amigos, compañeros y conocidos que me cuestionaron, consultaron y comentaron sobre las cosas que pasan y sospechan de nuestra radio, me despido y deseo el mayor de los éxitos y liderazgos en el timonel de este bote y con ánimos a construir un colectivo, un abrazo.
Atentamente: Henry Barillas
Voluntario de Radio Bálsamo, miembro y fundador del CERD y conductor del programa “La Guacamaya Roja”.
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